El secreto matemático del grosor de las hojas
Estamos debajo de un árbol tupido de hojas. Si levantamos la vista, podremos ver hojas de múltiples tamaños y formas, incluso colores, a pesar de que pertenecen al mismo árbol. A simple vista parece sencillo detectar las diferencias del área de las hojas, pero las diferencias del grosor son menos obvias. No es hasta que las frotamos entre nuestros dedos que podemos saber cuál es más delgada y flexible o gruesa y rígida que otra. El que las hojas que sean gruesas o grandes en área ¿tiene que ver en algo con los diferentes tamaños o tipos de células por las que están compuestas?
Esta fue una pregunta que se hicieron investigadores de la Universidad de California, Estados Unidos. Y es que las relaciones entre las dimensiones de las células, su grosor y el área de las hojas sí tiene implicaciones en la construcción y función de las mismas, pero esto no había sido estudiado a profundidad.
Los investigadores cortaron hojas de 14 especies de plantas en secciones más delgadas que una célula para observar cada disposición microscópica, y así pudieron analizar la relación entre el grosor de las hojas y las dimensiones del tejido, y los diferentes tamaños entre especies. Gracias a esto, hallaron que mientras más gruesa es la hoja, sus células son más grandes en todos los tejidos (menos en el vascular, tejido que transporta agua y azúcares). También notaron que esta relación aplica para los componentes de las células, lo que quiere decir que las células más grandes de las hojas gruesas están rodeadas por paredes celulares corpulentas, en una proporción sumamente estricta.
La relación entre el tamaño de cada célula y el grosor de la pared celular y el de la hoja entre diferentes especies es extraordinaria, tanto, que puede ser descrita por ecuaciones matemáticas; esto significa que la relación, conocida como isométrica, permitirá a los científicos predecir las dimensiones de las células y sus paredes basándose en el grosor de una hoja.
En contraste, el área de una hoja no tiene relación con los tamaños de las células que la componen, lo que significa que la planta puede producir hojas con un enorme rango de superficies sin comprometer el tamaño de las células, situación que resultaría en una función ineficiente.
La habilidad para predecir la anatomía interna de las hojas desde el conocimiento de su grosor puede dar pistas sobre la función de la hoja, ya que esta propiedad afecta la tasa de fotosíntesis y la duración de la vida de una hoja. Por ahora, el equipo continuará estudiando especies que están cercanamente relacionadas con el fin de entender el parentesco evolutivo entre las hojas y la función.
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Fuentes:
Artículo original, Nota de Sciencedaily
via Tumblr http://historiascienciacionales.tumblr.com/post/65751979664