¿Y qué han hecho las plantas por nosotros? Sólo salvarnos de un calentamiento global más rápido e intenso

¿Y qué han hecho las plantas por nosotros? Sólo salvarnos de un calentamiento global más rápido e intenso

Estamos sudando gotas más gordas cada verano y estamos sacando abrigos más grandes cada invierno [como te lo contamos en esta nota: http://historiascienciacionales.tumblr.com/post/57163984628] porque a un selecto grupo de moléculas de constitución sencilla en lo alto de los cielos les encanta absorber el calor del Sol y mantenerlo en la Tierra. El club del Efecto Invernadero, les han llamado. Tan sencilla es su naturaleza, que la mayoría de estos gases habitan desde hace millones de años la atmósfera terrestre. ¿Por qué súbitamente son un problema para el planeta?

Miremos al rey de ese selecto grupo, el dióxido de carbono, que firma sus cartas como CO2, y que también es llamado soy-lo-que-sale-de-tu-nariz-cada-que-expiras. Es un producto natural de la respiración de todos los organismos que queman sus alimentos con oxígeno, y estamos hablando de un grupo muy cuantioso, que incluye a los animales, las plantas, los hongos, los protozoarios, las algas y algunas bacterias rebeldes. Es un grupo que no ha dejado de crecer desde que respirar oxígeno se puso de moda, hace unos 2 mil millones de años. Al mismo tiempo, plantas, algas y muchos microorganismos fotosintéticos se relamen los cloroplastos cuando hay CO2 en el aire, porque eso significa comida (siempre y cuando caiga un rayito de luz de vez en vez). Unos lo comen, otros lo producen, y ese principio básico había mantenido los niveles de CO2 en la atmósfera en equilibrio. Pero llegó el día en que a los humanos se nos ocurrió esa pequeña cosa llamada revolución industrial y el equilibrio ahora es una tendencia.

Hace algunas décadas, comenzamos a echar CO2 a la atmósfera no sólo con nuestras narices, sino también con los escapes de los autos y las chimeneas de las fábricas. Si fuéramos más cínicos, pensaríamos: “¡miren lo que hemos hecho por las plantas, no nos hartamos de darles comida!”. Y tendríamos razón a medias. En las últimas décadas, parece que el planeta ha reverdecido debido al aumento de CO2 en la atmósfera (como te lo contamos en estas notas: http://historiascienciacionales.tumblr.com/post/52346958854 y http://historiascienciacionales.tumblr.com/post/55786704897). Que el planeta se vuelva más verde significa que las plantas, las algas y las bacterias fotosintéticas han secuestrado más carbono, el cual en estos momentos podría estar flotando por ahí, absorbiendo calor del Sol y provocándole más fiebre al planeta. Al parecer, las plantas nos han ayudad, pero ¿qué tanto?

Esta fue la pregunta que se hicieron Elena Shevliakova  y sus colegas de las universidades de Princeton y de Maryland, Estados Unidos. Para responderla, hicieron simulaciones computacionales de cómo habría sido la historia de la atmósfera de la Tierra de los últimos 150 años en tres diferentes escenarios: uno en el que no hubiéramos deforestado tanto como lo hemos hecho, otro en el que las plantas no se hubieran comido ese carbono extra, y un tercero en el que las cosas sucedieran como han pasado en realidad. La constante en todos los escenarios eran los humanos echando CO2 al aire al inicio de la revolución industrial.

Como era de esperarse, el escenario con la menor cantidad de dióxido en el aire fue aquel en el que no había deforestación en los últimos 150 años (oh, utopía). Por otro lado, su simulación que combinaba la deforestación real y las emisiones reales daba como resultado una cifra muy cercana a las concentraciones actuales de CO2 atmosférico (así supieron que su modelo sí funcionaba). Finalmente, con el último escenario, Shevliakova y sus colegas encontraron qué habría sido de la Tierra si las plantas no se hubieran comido todo ese carbono que amablemente les suministramos desde las chimeneas de las fábricas (un escenario que sería equivalente, por ejemplo, a haber exterminado a todas las planta del planeta). Según sus cálculos, al día de hoy habría de 250 a 270 mil millones de toneladas más de CO2 en la atmósfera de las que ya hay. Los niveles de CO2 que la comunidad científica considera como el límite máximo soportable es de 450 partes por millón (450 moléculas de carbono por cada millón de moléculas en el aire). Recientemente se cruzó por primera vez la barrera de las 400 ppm. El peor escenario de Shevliakova nos tendría en estos momentos en una concentración de 485 ppm. En términos prácticos, tendríamos un aumento de temperatura de 0.37 y 0.25 grados centígrados además del que ya hemos sufrido.

El trabajo de Shevliakova  y sus colegas muestra lo imprudente que resulta seguir con la deforestación. Talar un bosque y quemar su madera libera grandes de cantidades de CO2. Los cultivos no pueden secuestrar la misma cantidad de CO2 que un bosque, y al final terminan produciendo casi la misma cantidad de la que absorben. Pero también el suelo yermo emite más CO2 que uno que está plantado, aunque sea con cultivos. Cualquier cambio en el uso de suelo, acaba por producir más CO2 al ambiente, lo cual nos calentará aún más rápido.

Pero, al final, la conclusión evidente de su estudio es que sin la ayuda de las plantas, el planeta se estaría volviendo mucho más rápido un asadero.

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En la imagen, un bosque templado en Sajonia, Alemania. Tomada de esta página: http://www.flickr.com/photos/jdickert/3048955457/

Aquí el artículo original, publicado en Proceedings of the National Academy of Science: http://www.pnas.org/content/early/2013/09/18/1314047110.full.pdf+html

Aquí la nota fuente, en el sitio de la Universidad de Princeton: http://www.princeton.edu/main/news/archive/S38/13/49Q88/

via Tumblr http://historiascienciacionales.tumblr.com/post/64584988934

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