Los genes de delfines y murciélagos mutaron en la misma dirección

Los genes de delfines y murciélagos mutaron en la misma dirección

A primera vista, parecería que los murciélagos y los delfines no tienen mucho en común. En realidad, los dos son mamíferos y eso los acerca en la escala evolutiva. Ahora, un grupo de científicos identificó otra característica que varias especies de estos animales comparten: la ecolocalización, sistema semejante al sonar de los submarinos, parece haber encontrado la misma solución genética en ambos, algo que en biología se conoce como convergencia. 

¿Qué es la convergencia? Cuando dos organismos diferentes desarrollan características anatómicas o funcionales similares de manera independiente, se dice que existió evolución convergente. Un ejemplo podría ser las alas de las mariposas, de las aves y de los mismos murciélagos: les permiten volar pero son anatómicamente diferentes. Para el caso de la ecolocalización, los biólogos han debatido sobre la evolución de ésta.

Stephen Rossiter y Joe Parker, de la Universidad de Londres, junto con sus colegas, se basaron en una base de datos de 2326 genes compartidos por 22 mamíferos (que incluía seis murciélagos y al delfín nariz de botella) en busca de convergencia evolutiva. El equipo observó una “firma de convergencia” en casi 200 regiones del genoma: aquellos genes que están relacionados con la audición son más propensos a haber evolucionado de manera similar en todas las especies, que los que están involucrados en otras características biológicas. Específicamente, tienen la misma mutación en la proteína llamada prestina, la que afecta la sensibilidad para escuchar. Además, genes que tienen que ver con la visión también estuvieron dentro de la convergencia, un resultado que parece ser sorprendente.

En trabajos anteriores se habían observado ejemplos de genes involucrados en la evolución convergente, pero este es el primero en examinar convergencia en el genoma completo, a un nivel de secuencias proteínicas y conectarlo de manera directa con fenotipos. Con su investigación, demuestran que la habilidad para ubicar presas y a ellos mismos surgió de manera independiente en cada grupo a partir de las mismas mutaciones y que, además, esta evolución convergente se encuentra escondida en los genomas.

Por lo pronto, los investigadores seguirán trabajando en busca de más pistas y resultados, ya que mencionan que el verdadero reto será sumergirse en los genes para dilucidar sus funciones y si algún cambio mínimo, aunque sea en un aminoácido, mejora el desempeño del animal en su sistema de localización.

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Fuentes:

Artículo originalNota de ScienceNota de Nature

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Imagen tomada de este sitio.

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