Las nubes que se conciben en los mares y el cambio climático

Las nubes que se conciben en los mares y el cambio climático

/ En el incansable vaivén de las olas del mar, se conciben semillas de nubes. Diminutos organismos marinos que se nutren de la luz del sol liberan al aire una sustancia gaseosa que, una vez en la atmósfera, se oxida, se hace sólida y volátil, se aglomera, y funciona como andamio para que el vapor de agua se condense progresivamente sobre ella hasta formar una nube. Y mientras más nuboso y blanco esté el cielo sobre el mar, más se refleja la luz del sol y la temperatura global puede disminuir. Pero, ¿qué le pasará a esos organismos cuando el cambio climático alcance a las aguas del océano? ¿Seguirán engendrando semillas de nubes que ayuden a enfriar el planeta?

Esos minúsculos organismos fotosintéticos que nadan libremente bajo las olas son conocidos en conjunto como fitoplancton. Son los más importantes fijadores de carbono de la Tierra y los principales responsables de que haya oxígeno que respirar. Hablar de fitoplancton es hablar principalmente de algas y bacterias. Ambas son muy sensibles a cambios en la temperatura o pH de las aguas. Gracias al calentamiento global, se espera que el océano se vuelva más ácido y caliente. El fitoplancton lo va a resentir, y su producción de semillas de nubes cambiará. Pero ¿hasta qué grado?

(En esta nota te contamos que el océano Ártico ya comenzó a acidificarse y en esta otra cómo afectará ese cambio a los corales.)

Al día de hoy, los científicos tienen opiniones encontradas. Un grupo de investigadores, coordinados por Katharina D. Six del Instituto Max Plack de Meteorología en Alemania ha hecho experimentos en tanques de agua marina controlados y encontró que mientras más ácida sea el agua, menos dimetilsulfuro produce el fitoplancton. El dimetilsulfuro, o DMS para los de la bata blanca, es el principal compuesto nucleador de nubes generado por estos microorganismos. El equipo diseñó modelos climáticos para averiguar cuánto afectaría al clima global una baja de producción de DMS. Los resultados predicen que, debido a la falta de nubes que reflejen la luz solar (proceso conocido como albedo), la temperatura global puede aumentar hasta medio grado más de lo que de por sí iba a aumentar por el mero efecto de los gases invernadero. Su reporte su publicó en la revista Nature Climate Change esta semana.

Por otro lado, el investigador Michael Steinke y su equipo de la Universidad de Essex, en Reino Unido, han concluido que la temperatura tiene más influencia sobre el fitoplancton que la acidificación. Haciendo experimentos con una de las especies de algas más importantes en la producción de DMS, los científicos encontraron que la producción de esta semilla de nubes aumentaba notablemente incluso en un escenario con agua más cálida y más acidificada. Sus resultados se publicaron en la revista Global Change Biology en enero de este año.

El trabajo de Steinke y su equipo respalda una hipótesis propuesta hace casi 30 años por James Lovelock y tres de sus colegas sobre la regulación biológica del clima gracias al fitoplancton y el DMS (que se conoce como la hipótesis CLAW, por las iniciales de sus autores). Lovelock es un científico recordado por su hipótesis de Gaia, que habla de un planeta que se regula por sí solo. La hipótesis CLAW estipula que conforme aumente la temperatura global, el fitoplancton producirá más DMS, se formarán más nubes, el albedo será mayor y la temperatura disminuirá. En este modelo, el clima del planeta se estabiliza por sí mismo. Sin embargo, Lovelock y sus colegas no habían tomado en cuenta el efecto de la acidificación de los mares debido a las altas concentraciones de CO2 en la atmósfera. De modo que trabajos como el de Six y sus colegas o el de Steinke y su equipo son una contribución importante.  

¿Qué ocurrirá en realidad con las semillas de las nubes en los mares? La discusión sigue en pie. Sin embargo, es un hecho que la acidificación y la temperatura afectarán sensiblemente al fitoplancton, uno de los actores más importantes de la vida en nuestro planeta.

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En la imagen, un florecimiento de fitoplancton cerca de Islandia. Tomada de Wikimedia Commons.

Nota fuente en Nature: http://www.nature.com/news/rising-ocean-acidity-will-exacerbate-global-warming-1.13602?WT.ec_id=NEWS-20130827

Aquí el artículo de Six y su equipo: http://www.nature.com/nclimate/journal/vaop/ncurrent/full/nclimate1981.html

Aquí el artículo de Steinke y sus colegas: http://dx.doi.org/10.1111/gcb.12105

Aquí el artículo original de la hipótesis CLAW, publicado en Nature en 1987: http://www.nature.com/nature/journal/v326/n6114/abs/326655a0.html

via Tumblr http://historiascienciacionales.tumblr.com/post/59780345733

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