Habemus dos especies nuevas de gusanos come huesos
Terminas de comer tu ballena asada, pero ahora ¿qué haces con los huesos? Una solución es dárselos a tu perro o a tus gusanos come huesos. ¿No tienes gusanos come hueso? Bueno, puedes tirar los restos óseos en aguas antárticas y regresar un año después, con la seguridad de que estarán lleno de gusanos. En un trabajo colaborativo, investigadores de muchas partes del mundo (como del Museo de Historia Natural de Londres o del Centro Oceanográfico de Guijón) encontraron en aguas de la Antática dos especies de gusanos come hueso pertenecientes al género Osedax, que literalmente significa devoradores de huesos, mismos que carecen de boca o tracto digestivo ¿Cómo le hacen para devorar su duro alimento? se valen de bacterias simbióticas que se encargan de digerir su comida.
Los gusanos que se alimentan de restos óseos no son una novedad, ya que han observado individuos que se comen esqueletos de aves, peces, reptiles y vacas. De hecho, estudios previos han demostrado que los gusanos forman grandes colonias de hembras. En el caso de estas especies descubiertas, las hembras forman estructuras parecidas a raíces verdosas que liberan un ácido con el que hacen túneles dentro de los huesos hundidos de los cadáveres de ballenas; los machos (más pequeños que ellas) viven en tubos gelatinosos agarrados de los cuerpos de sus compañeras y funcionan como banco de esperma.
Tomando lo anterior como antecedente, los investigadores se dieron a la tarea de rastrear a estos animales en aguas sureñas y pusieron los restos de un Minke antártico (especie de cetáceo) a profundidades de 568 y 650 metros en dos sitios de la plataforma continental al oeste de la península del continente. Además, incluyeron pedazos de madera para ver si algún gusano podía crecer en ellos. Un año después, cuando sacaron a la superficie los huesos, observaron que tenían gusanos. Primero identificaron a la especie Osedax antarticus y en otro hueso a la especie Osedax deceptionensis. A diferencia de los huesos, que estaban infestados de gusanos (una costilla de ballena tuvo 202 gusanos por centímetro cuadrado), la madera salió prístina a la superficie.
El estudio general preguntas intrigantes en torno a la evolución de estos organismos: la corriente circumpolar antártica, que fluye en el sentido de las manecillas del reloj alrededor del continente, actúa como barrera que previene que las larvas de muchas especies alcancen aguas antárticas. Por tanto, es posible que estos gusanos come hueso hayan cruzado la barrera numerosas veces durante su historia evolutiva, probablemente siguiendo las rutas migratorias de las ballenas.
El que se haya encontrado tal cantidad de gusanos en los huesos sugiere que el género Osedax es muy abundante en aguas de Antártica, y que sean dos especies significa que hay una importante diversidad. Así que ya sabes qué hacer con los huesos que sobren en tu próxima cena.
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Fuentes:
Artículo original, Nota de Nature, Nota de Science
Imagen que muestra a un individuo de la especie Osedax antarticus. Tomada de la nota de Nature.
via Tumblr http://historiascienciacionales.tumblr.com/post/58338054070