Quién iba a creer cuán provechosos resultaron ser los leprosos medievales
El estigma en los pacientes con lepra ha existido desde los orígenes de esta enfermedad infecciosa crónica. Por ejemplo, en 1909, en España, se decretó “la exclusión sistemática de los leprosos”. Esta vez, investigadores dirigidos por Johannes Krause, de la Universidad de Tübingen, Alemania, y Stewart Cole, del Instituto Federal de Tecnología Suizo, compararon el genoma de Mycobacterium leprae (bacteria causante de la lepra) en restos óseos de cinco personas medievales provenientes de Dinamarca, Suecia y Gran Bretaña, con el de la misma bacteria presente en pacientes contemporáneos; el objetivo era rastrear la historia de esta enfermedad.
Una vez comparado el material genético, los investigadores observaron que la bacteria presente en los humanos de la Edad Media comparte un ancestro común con la contemporánea, el cual vivió hace 4000 años. Este dato coincide con evidencia arqueológica. También, las comparaciones sugieren pequeños cambios en el material genético en los últimos mil años, lo que presumiblemente no ha generado cambios en la virulencia del patógeno. Esto significaría que el final de la epidemia de lepra se debió a otros factores, como un mejoramiento de las condiciones sociales.
Además, la investigación arrojó que una forma de M. leprae que existió en Europa durante la Edad Media, está presente en la actualidad en el Oriente Medio. Otra forma europea tiene similitudes a una identificada en armadillos y pacientes humanos en América del Norte, lo que sugiere que la enfermedad en éste último lugar tiene como lugar de origen a Europa.
Un dato importante es que se observó una gran cantidad del DNA del patógeno en los esqueletos medievales, comparado con lo contenido en pacientes contemporáneos. Los investigadores sugieren que probablemente esto se debe a que el DNA bacteriano se descompone muy lento a consecuencia de su gruesa pared celular, permitiendo su acumulación en los esqueletos a través del tiempo. Actualmente, la enfermedad está presente en 91 países del mundo, con más de 200 mil infectados cada año.
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Fuentes: Artículo original, nota de Eurekalert!
Imagen: cráneo de una joven de 25 años que murió de lepra, enterrada en un cementerio medieval en Dinamarca, cuyos restos tenían DNA patógeno bien conservado. Tomada de la nota de Eurekalert!
via Tumblr http://historiascienciacionales.tumblr.com/post/53118555911