Un vaso de pulque teotihuacano para llenar la panza
En una de las cartas dirigidas al rey Carlos I de España, Hernán Cortés escribe que “El pulque es un vino que ellos beben”. Para cuando el conquistador español llegó al actual México, esta bebida alcohólica era consumida por los aztecas. Sin embargo, antropólogos y arqueólogos han tenido poco claro si el pulque era popular en Teotihuacan.
El pulque, una bebida alcohólica preparada a partir de la fermentación de la savia que se extrae del corazón del agave maduro, se asocia fácilmente con celebraciones y rituales, aunque también es una fuente importante de nutrientes y agua potable.
Un grupo de investigadores de diferentes centros de estudio, como el Instituto Nacional de Antropología e Historia, realizaron excavaciones en Teotihuacan con el objetivo de analizar vasijas de cerámica utilizadas para almacenar el pulque y examinar si los habitantes de la ciudad más grande de la Mesoamérica precolombina consumían pulque.
El estudio de los residuos químicos mostró que catorce vasijas dieron positivo para ingredientes clave en la producción del pulque, como es la bacteria llamada Zymomonas mobilis.
Las vasijas, que datan de entre los años 200 y 550 de esta era, dan evidencia de la producción de alcohol más temprana en Mesoamérica. Además, los autores del trabajo proponen que el pulque que alguna vez estuvo contenido en éstas, sirvió como un suplemento en la dieta de los teotihuacanos, pues un solo vaso les proveía el sentimiento de saciedad en las épocas en que el alimento escaseaba.
El método novedoso de esta investigación permitirá identificar en futuros estudios antropológicos y arqueológicos -con un alto grado de eficiencia- a bacterias fermentadoras en diferentes bebidas alcohólicas, como es la cidra, el vino o la cerveza.
————————————————-
Imagen del archivo Casasola llamada “El brindis”. Tomada de este sitio
via Tumblr http://ift.tt/1ETZh7T