¡Mueve esos brazos mientras corres!
Aquellos que lo han hecho con los brazos pegados al cuerpo podrán estar de acuerdo en que es complicado y cansado. Más aún si lo hacen con los brazos cruzados sobre el pecho, y ya no digamos con las manos tomadas por arriba de la cabeza.
Cuando movemos las piernas al correr, de manera casi instintiva, movemos los brazos. Al hacer esto con nuestras extremidades superiores, se logra un balance con nuestras piernas y pies.
Aunque la física de la carrera se tiene clara, poco se entendía el costo energético de mover los brazos durante esta actividad.
Dos investigadores de universidades estadounidenses sugirieron que correr sin mover los brazos demanda más energía que correr con los brazos en movimiento. Para poner a prueba esta idea, le pidieron a un grupo de trece personas que corren de manera regular, que lo hicieran en el laboratorio en diferentes posturas.
Después de medir por siete minutos el consumo de oxígeno y la producción de dióxido de carbono de las personas mientras se movían sobre una banda para correr, los investigadores les pidieron que colocaran por unos minutos sus brazos junto a su cuerpo y las manos detrás de su espalda, luego que los cruzaran sobre su pecho, para finalizar tomando sus manos sobe la cabeza. Cabe mencionar que al finalizar la sesión, los corredores se quejaron por los brazos cansados, sobre todo por la última posición.
Los investigadores compararon los resultados obtenidos de correr con los brazos en movimiento contra las otras tres posiciones. Los brazos junto al cuerpo y las manos detrás de la espalda aumenta un 3% el consumo de energía, 9% más si se cruzan en el pecho, y 13% más si se ponen sobre la cabeza.
Finalmente, analizaron el movimiento de los hombros de los corredores. Esto sirvió para concluir que el balanceo de nuestro torso y extremidades superiores cuando corremos es lo que define el consumo de energía. Es decir que mover los brazos reduce la energía, ayuda a minimizar el movimiento de la parte superior mientras se corre, y facilita alcanzar la estabilidad.
Este trabajo es un argumento de la importancia de mover los brazos cuando se corre. Ahora, sabemos que la fórmula para ser un corredor disciplinado involucra muchas más cosas que sólo moverse. Clive Staples Lewis, creador del mundo de Narnia, decía que si uno pudiera correr sin cansarse, entonces uno no querría hacer nada más. Así que ¡a calentar ese cuerpo para salir a correr!
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[Imagen tomada de este sitio]
Nota de The Journal of Experimental Biology
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