Los pesticidas agrícolas y su relación con el autismo A lo largo…

Los pesticidas agrícolas y su relación con el autismo

A lo largo de nuestra historia humana, los avances que hemos llegado a lograr en el tema agrícola han marcado un antes y un después en nuestra civilización. Por ejemplo, la revolución neolítica – hace unos 9 mil años – trajo consigo la creación de la vida sedentaria y  los asentamientos, algo que jamás se había visto en la historia de la Tierra y a partir de ahí, diversas revoluciones agrícolas han sucedido a lo largo de nuestra historia. De hecho, la más reciente se dio a mediados del S. XX y es recordada por muchos, debido a que fue el tiempo que vio nacer al movimiento ambientalista de Rachel Carson, con su libro Primavera Silenciosa (1962), que terminó en prohibir el uso del DDT, un pesticida común en aquellos tiempos, en los campos de cultivo. Pero de aquella revolución verde, como se le ha llamado, aún queda mucho sino es que casi todo: monocultivos y el uso grandes cantidades de fertilizantes, pesticidas y maquinarias. Y de esto, los impactos buenos y malos dependen del tema y de a quien le preguntes. Sin embargo, un nuevo estudio del Instituto Médico en Investigación en Trastornos Neurológicos del Desarrollo (MIND, por sus siglas en ingles), de la Universidad de California, Davis, encontró una relación entre madres expuestas a pesticidas durante el embarazo y un mayor riesgo de tener un hijo con un trastorno del espectro autista u otro retraso en el desarrollo.

La investigación se realizó en California, estado cuya producción agrícola es la número uno de Estados Unidos, y se analizaron los datos de 1,000 participantes del Estudio de Riesgo de Autismo en Niños por Genética y el Ambiente basado en el Norte de California, que incluía información de niños de entre 2 y 5 años que habían sido diagnosticados con autismo, algún retraso en el desarrollo o habían tenido un desarrollo típico. La mayoría de los participantes vivían en el área del Valle de Sacramento, del Valle Central y del Área de la Bahía de San Francisco. Los datos que se usaron del lado de los pesticidas se tomaron examinado la aplicación comercial de pesticidas por medio del Reporte de Uso de Pesticidas de California.

Luego, los investigadores procedieron a realizar entrevistas a los participantes para identificar su dirección durante la preconcepción y los periodos de embarazo, para encimar esos mapas con la localización en donde se aplicaban químicos agrícolas. Cabe resaltar que el estudio desglosa que y cuantos químicos se aplicaban en cada área.

Lo que encontró el estudio fue que durante el periodo que analizaron, un tercio de los participantes vivían entre 1.25 y 1.75 km de sitios en donde se aplicaban pesticidas comerciales y algunas asociaciones eran más fuertes entre mujeres que vivían más cerca que entre las que vivían más lejos. Lo que indica que la exposición a insecticidas para aquellas que viven cerca de zonas agrícolas puede ser problemático, especialmente durante la gestación, ya que el desarrollo cerebral del feto puede ser más vulnerable que en adultos. Esto es porque los pesticidas son neurotóxicos y su exposición el desarrollo temprano puede distorsionar los procesos estructurales complejos del desarrollo y la señalización neuronal.

“Si fuera mi familia, yo no querría vivir cerca de un lugar donde pesticidas pesados son aplicados”, sentenció Hertz-Picciotto, investigadora de la Universidad de California, Davis, y autora del estudio.

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Fuente:

EurekaAlert!.

Artículo en Environmental Health Perspectives.

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