Atunes y ballenas para conocer consumo energético de autos y aviones
Comparar la propulsión de una ballena gris con la de un atún es como poner bajo la lupa a una naranja junto con una manzana. Y así cómo es incorrecto decir que un organismo está más evolucionado que otro, decir que uno se propulsa de forma más eficiente que el otro es también aberrante. Sin embargo, estudiar el consumo de energía por individuo es una manera más acertada de conocer eficiencias en propulsión y, a partir de eso, crear modelos que expliquen el movimiento de autos, aviones y submarinos.
Un grupo de investigadores de la Universidad Northwester, en Estados Unidos, desarrolló un sistema métrico para conocer el consumo de energía de la ballena gris y del atún para la propulsión, mismo que será útil para describir otros vehículos en movimiento, ya sea en aire o agua.
Hagamos una analogía. Un gran camión necesita mucho más combustible para moverse la misma distancia que un pequeño auto. Siguiendo este orden de ideas, podríamos decir que la ballena necesita más energía para moverse la misma distancia que un atún. ¿Será que los músculos de la ballena necesitan más energía por las leyes de la física?
El nuevo sistema métrico propuesto, llamado “coeficiente de consumo de energía”, permite conocer cómo el flujo de energía cambia con el tamaño y la masa de los animales. Gracias a éste, ahora es posible comparar manzanas con manzanas para comprender la eficiencia energética, sin importar el tamaño del animal. Es tan eficiente para cuantificar la eficiencia de un cuerpo con autopropulsión, como el sistema métrico para conocer el arrastre de cuerpos aerodinámicos.
Este sistema toma en cuenta la tasa metabólica, la masa muscular y las leyes de la física. Y después de analizar animales que nadan y vuelan, el grupo de investigadores midió masas de animales que variaron hasta un billón de veces. El estudio involucró una comparación entre el consumo de energía normalizada al tamaños del animal, una manera similar a como se estudia la aerodinámica de vehículos, a los que se les normaliza el arrastre. Los resultados muestran que el que las ballenas necesiten más energía en inevitable.
Mientras que los investigadores se han enfocado en animales que nadan y vuelan, este concepto puede ser aplicado para medir la eficiencia de automóviles, aviones y vehículos submarinos.
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Fuentes:
Artículo original, Nota de Eurekalert.
Imagen tomada de este sitio.
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