Revirtiendo el envejecimiento
Sin importar de donde seas, que creas o lo que sea que hayas hecho, hay algo que vas a compartir con todos los humanos de este planeta, y eso es que vas a envejecer. Analizar este fenómeno observándolo como un fenómeno causado por distintos procesos metabólicos que ocurren dentro de nuestro cuerpo es la clave para entenderlo e investigadores de la Universidad de Harvard, han dado un gran paso para logar ese objetivo, al detectar una nueva causa de este fenómeno y dicen, puede ser reversible.
Imaginemos que estás encerrado con un grupo de personas con las cuales tienes que trabajar bajo estrés. Al principio todo marcha de maravilla, todos se llevan bien y la comunicación es excelente. Habría algunos pequeños problemas, pero nada que no se pueda arreglar; sin embargo, conforme pasa el tiempo, los problemas entre las personas empiezan a surgir y el ambiente de enclaustramiento se comienza a volver difícil y, cuando te percatas, simplemente ya no puedes trabajar con ellos. Ahora, imaginemos que esas personas son el núcleo y la mitocondria de una célula y, conforme pasa el tiempo, la comunicación entre ambos se deteriora. Así es como David Sinclair de la Escuela de Medicina de Harvard y su equipo, explican como ocurre esta causa de envejecimiento. Lo maravilloso del estudio es que, administrando moléculas que produce el cuerpo humano de manera natural, lograron restaurar la red de comunicación en las células de un ratón viejo que, al comparar su tejido con el de un ratón joven, las señales biológicas eran bastante similares.
La mitocondria es un organelo el cual posee su propio genoma y tiene la función de ser la maquinaria que da el mayor aporte energético a la célula. Muchas veces se considera que estos organelos tienen un papel importante en el envejecimiento, ya que cuando comienzan a ser disfuncionales, muchas condiciones relacionadas con la edad, como lo es la diabetes o el Alzheimer comienzan a manifestarse.
El Equipo que llevó a cabo la investigación, ha estudiado las ciencias fundamentales del envejecimiento, cuyo fenómeno lo definen como la “disminución gradual de las funciones en el tiempo”. Dedicándose principalmente a observar como un gen llamado SIRT1 era activado por un compuesto de nombre resveratrol, el cual se encuentra en las uvas, el vino y en ciertas nueces. Hasta que llegó Ana Gomes, una estudiante de postdoctorado que estudiaba los ratones que no tenían ese gen. Ella sabía que los ratones, al no tener STR1, iban a mostrar señales de envejecimiento y, al probarlo en el laboratorio estaba en lo correcto. Sin embargo, al analizar las proteínas de los ratones, notó que las que provenían del núcleo mostraban niveles consideradores normales, mientras que las provenientes del genoma mitocondrial mostraban niveles reducidos. “Esto era raro con lo que sugería la literatura”, comentó Gomes.
Lo que prosiguió fue lo que cualquiera esperaría, indagar las causas hasta encontrar la explicación. Todo el equipo comenzó a investigar las causas potenciales, hasta descubrir una complicada cascada de eventos, los cuales comienzan con un químico llamado NAD y concluyen con una molécula clave que manda la información y coordina las actividades entre el genoma del núcleo celular y el genoma mitocondrial. Las células se van a mantener saludables, siempre y cuando la comunicación entre estos dos genomas se mantenga fluido. ¿Y qué papel juega SIRT1? Se observó que el gen únicamente tiene la función de detener a HIF-1, una molécula que interfiere con las comunicaciones.
Ahora a los investigadores les surge una duda ¿Por qué conforme envejecemos, los niveles de NAD bajan? Sin suficiente NAD, SIRT1 pierde esa habilidad de guardia de seguridad y HIF-1 comienza a aumentar hasta interrumpir las comunicaciones. Con el tiempo, la investigación encontró que esta pérdida de comunicación hace que la célula reduzca su habilidad de producir energía, y las señales de envejecimiento, así como las enfermedades, comienzan a hacerse aparentes.
La manera de revertirlo, de acuerdo con Gomes, fue por medio de administrar a las células un componente endógeno que la célula transforma en NAD, reparando así las comunicaciones entre los genomas. Si el componente se da lo suficientemente pronto (antes de que existan muchas mutaciones en el genoma) en días, muchas aspectos del proceso de envejecimiento se pueden revertir.
Algunos resultados que mostró la investigación fue cuando administraron el compuesto productor de NAD a ratones con dos años de edad. Cuando observaron sus tejidos, los investigadores afirmaron que parecían de ratones con seis meses de edad. Esto, en años humanos sería como tener a alguien de 60 años y regresarlo, en algunas partes de su cuerpo, a tener 20 años de edad.
Este proyecto forma parte de una unión entre la Escuela de medicina de Harvard, EU, el Instituto Nacional para el Envejecimiento, EU, y la Universidad de New South Wales, Australia.
En la imagen observamos a SIRT1 (rojo)rodeando a los cromosomas celulares (azul). Realizada por Ana Gomes. Tomada de la nota fuente.
Fuente en la Harvard Medical School
Artículo en Cell
via Tumblr http://historiascienciacionales.tumblr.com/post/70645802786
es mas simple decir que la información celular se va degradando en cada mitosis ,, a mas divisiones mayor el daño , o mas fácil decir, se copia mal, hasta que llega un punto en que ya no es funcional la célula de determinado órgano y el sujeto muere, si reparas la comunicación de una función celular, de nada sirve ya que el adn (telomero) de esa célula ya esta dañado, o mal copiado, yo lo entiendo como que quieren hacer correr a un anciano , correra, pero seguirá siendo un anciano.