Lo más cienciacional de 2014 según Science y Nature – V y final
/ En esta quinta y última entrega, damos un vistazo al pasado no tan remoto con el fin de enfrentar el futuro muy cercano que empieza a partir de mañana con una mejor perspectiva. Este año llegaron nuevos descubrimientos sobre nuestra coexistencia con nuestros primos los neandertales, y eso fue considerado por ambas revistas de ciencia como parte de las historias más importantes del año. Y es así que llegamos otra vuelta completa a la órbita terrestre, que por convenciones sociales damos por llamar año nuevo; pero menos por convención y más por convicción nosotros también aprovecharemos esta fecha para desearles a todos ustedes un feliz reinicio de órbita, y que en esta nueva vuelta al Sol haya muchos éxitos y ¿por qué no? mucha ciencia.
Nosotros y los otros
Buscar en nuestros orígenes, de una forma verdaderamente acorde con la teoría evolutiva, implica buscar más allá de nosotros. Implica buscar en nuestros parientes más cercanos, porque alguna vez fuimos lo mismo. Por eso es que todo lo que podamos saber sobre los neandertales, esos primos tan cercanos, nos dirá mucho sobre nuestra propia historia. Y por eso es que lo que se reveló sobre ellos este año es tan relevante para nosotros como algo que hubiésemos buscado en nuestro propio linaje.
Desde que se supo que ellos y nosotros coexistimos durante un buen tiempo en Europa y Asia, ha habido mucho debate sobre cuál fue la naturaleza de esa coexistencia, sobre qué tan íntima fue la relación o sobre qué tan violenta. En enero de este año, un equipo de investigadores encontró que en los genomas de nuestras poblaciones europeas y asiáticas (que serían las que cruzarían a América) hay una buena parte del genoma de ellos (que fue secuenciado hace años ya). Eso significaría que muchos de nuestros genes en realidad son de ellos. ¿Cómo ocurrió esto? De la forma que lo estás imaginando. Pero ¿exactamente cuándo? En octubre de este año, un fragmento de hueso de nuestra especie (que se ve en la foto) se descubrió en Siberia, y resultó ser el más antiguo con el que contamos: entre 43 y 47 mil años de antigüedad. Estaba tan bien conservado que investigadores alemanes lograron secuenciar su ADN, y encontraron la misma proporción de genoma neandertal que en los genomas contemporáneos; sólo que ese fragmento había sufrido menos cambios, lo cual significaba que el intercambio genético había sido sólo un poco más antiguo: los investigadores calculan entre 50 y 60 mil años.
¿Qué pasó exactamente entre ellos y nosotros? ¿Qué tan tórrida fue la trama? En agosto de este año, un equipo de investigadores ingleses pudo desentrañar algunos detalles de ella, obteniendo la fecha de restos óseos encontrados en sitios arqueológicos en cuevas en Europa. Ellos concluyen que los neandertales llevan extintos más tiempo de lo que pensábamos, unos 36 mil años, pero que también convivimos con ellos en Europa más tiempo del que se creía, Y eso significa que había más tiempo para compartir todo tipo de cosas, desde genes hasta herramientas o incluso ideas.
Y eso significaría que realmente nosotros llevamos algo de ellos todavía.
Aquí te dejamos la nota de Nature, donde se mencionan los tres estudios.
Aquí la nota fuente del tercer estudio, que además incluye un video muy ilustrativo.
Aquí nuestras 3 notas cubriendo el caso.
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[Imagen tomada de una de la nota fuente de Nature]
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