«No se lo digas a nadie»
Todos estamos llenos de secretos. La diferencia radica en la cantidad de intimidad que le vendemos al mundo.
Hay diferentes razones por las que los secretos pasan de voz en voz. Una de ellas es nuestra cualidad social, y otra es por simple y pura frivolidad. En este artículo del periódico El país se discuten algunos de los argumentos detrás de un sociedad que no puede guardar secretos pues, como decía Benjamin Franklin, “tres podrían guardar un secreto si dos de ellos hubieran muerto”.
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