Repensando la fragmentación de los ecosistemas

Repensando la fragmentación de los ecosistemas

/ Se estima que para mediados de este siglo la población alcance el exorbitante número de nueve mil millones de personas. Alimentarlas a todas ellas será un reto, pues a la fecha el hambre sigue siendo uno de los grandes problemas a resolver. Además, la destrucción del ambiente ha provocado que aumente la necesidad de conservar los recursos naturales del planeta. ¿Cómo actuar, entonces? Un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford podrían tener una respuesta pues, según ellos, las áreas alteradas para el uso agrícola podrían jugar un papel importante en la protección de vida silvestre al tiempo que nos alimentan, si cambiáramos ciertas prácticas moderna.

En las proyecciones actuales, se espera también que para finales de este siglo más de la mitad de las plantas y animales se extingan extintas, debido principalmente a nuestras prácticas agrícolas. Esto lo sabe bien Gretchen Daily, ecóloga y coautora del estudio. “Las extinciones que se avecinan amenazan con debilitar, e incluso destruir, partes esenciales de los sistemas de soporte de vida en la Tierra, de los cuales depende nuestra prosperidad económica y otros aspectos de nuestro bienestar”, comenta.

Una de las visiones más arraigadas en el tema de la conservación es pensar que los ecosistemas fragmentados por actividades humanas alteran la frecuencia de migraciones biológicas, bloquean el acceso a alimentos y provocan la desaparición de lugares de crianza. Esto convierte a esos fragmentos de ecosistema en islas –aunque no estén rodeadas de agua–, cuyo tamaño y aislamiento determinará cuántas especies se extinguen y cuántas nuevas inmigran.

Para Chase Mendenhall, autor principal de la investigación, esta visión ve a las reservas como “islas dentro de un mar inhabitable de hábitats modificados por humanos”, y no toma en cuenta de manera adecuada a los patrones de biodiversidad que se observan en distintas áreas.

Para probar su idea y demostrar que una visión integral es mucho más congruente en términos de conservación, el equipo observó poblaciones de murciélagos dentro de un mosaico de bosque fragmentado por plantaciones de café en Costa Rica y en islas dentro de un gran lago en Panamá. Con el objetivo de generalizar sus descubrimientos, la investigación incluyó un meta-análisis de 29 estudios que incluían a 700 especies de murciélagos.

Los resultados muestran que la teoría de biogeografía de islas se acomoda muy bien para el caso de las islas panameñas. No así para el caso de Costa Rica. Por ejemplo, de acuerdo a la teoría de islas, las plantaciones de café se consideran inadecuadas para las poblaciones de murciélagos. Sin embargo, en la práctica, estas zonas agrícolas sirven como el soporte de 18 especies de murciélagos.

Los autores señalan que la discrepancia entre ambas visiones es que la teoría de  biogeografía de islas se basó de forma original en islas rodeadas de agua, por lo cual algunos factores que existen en tierra, como las zonas agrícolas, no son tomados en cuenta.

Muchas de las especies silvestres dependen de las decisiones que tomemos como sociedad. Hoy en día, el uso de fertilizantes, herbicidas y pesticidas promueven el decremento de la calidad del ecosistema y quienes pierden son todos los organismos que habitan en él, incluyendo al ser humano. Por esta razón, es necesario crear un nuevo acercamiento que integre la conservación y la producción de alimentos con el objetivo de hacer a estas zonas agrícolas más amigables para la vida silvestre.

La reducción del uso de agro químicos, la conservación de hábitats naturales y las recompensas a los agricultores podrían ser algunas de las primeras acciones para tomar en cuenta.

_______________________

[En la imagen se observa a un individuo de la especie Lonchophylla robusta, especie de murciélago que habita tanto Panamá como Costa Rica. Tomado de la nota fuente. Crédito: Matthew Champoux]

Fuente en Stanford News.

Artículo original en Nature.

via Tumblr http://ift.tt/1jN7xtU

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *