No solo los gigantes: se descubre un asteroide con anillos Si yo…

No solo los gigantes: se descubre un asteroide con anillos

Si yo fuera la Tierra, no dudo ni por un segundo que vería a lo lejos a Saturno, Jupiter, Urano y Neptuno a lo lejos y vaya que me darían envidia sus anillos. Digo, a quien no le gustaría lucir tan elegante accesorio alrededor suyo. No que la Luna se vea mal o algo, pero imagínense voltear al cielo durante un atardecer y ver esos anillos iluminados. Seguro sería fantástico y exclusivo, pues solo ellos los presumen en nuestro sistema. Pero como aquellas notas que alientan, hoy me entero que hay un cuerpo cósmico en nuestro vecindario de nombre Chariklo para ser exactos, que no se quedó con los brazos cruzados y luce no solo uno, sino dos anillos a su alrededor. Vaya que no se limitó en su elegancia.

De acuerdo con su descubridor, Felipe Braga-Ribas, del Observatorio Nacional/MCTI en Rio de Janeiro, el descubrimiento fue una serendipia. Cuando lo descubrieron en 1997, sus anillos de hielo reflejaron la luz como si fueran un gran espejo, pero de pronto lo dejo de hacer. Lo que llamó la atención de los investigadores. Fue hasta el 2008, cuando lo volvió a hacer. La explicación: aparentemente Chariklo se movió ligeramente por su órbita y sus anillos ya no estaban planos hacia la Tierra y fue hasta la nueva lectura que su movimiento y acomodo fue el adecuado para aumentar su brillo en un 40%. Sabiendo esto, los investigadores tuvieron que esperar hasta el 3 de Junio de 2013, para alinear 7 telescopios alrededor del mundo y obtener buenas observaciones.

Chariklo no es ningún gigante, cuenta con unos 250 km de diámetro, orbita entre Saturno y Urano y lo hemos clasificado como un objeto “centauro”, pues su órbita inestable y traslapada con la de los gigantes del barrio, lo clasifican entre un cometa y un asteroide.

Los dos anillos que lo orbitan son relativamente angostos y, tienen 7 y 3 km de ancho, respectivamente. Están separados por un espacio de 9 km y han sido llamados de manera informal como Oiapoque y Chui, en honor a los ríos más al norte y al sur de Brasil.

Sin embargo, ahora que me entero que la hipótesis de su formación involucra el choque de pequeños objetos en él, que traen el desprendimiento de derbis. Si fuera la Tierra, preferiría mostrarles a mis pequeños habitantes, en lugar de un anillo, eso sí que más raro. Pero me da mucho gusto que en algún lugar cerca de aquí, un objeto volteo hacia los gigantes y les demostró que los anillos no son solo para ellos. Además de que sus accesorios nos ayudaran a mejorar nuestro entendimiento de su formación.

El Gif se realizó a partir de este video.

Fuentes:
CNN
Wired

Artículo en Nature Letters.

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