¡Oye, ciencia! ¿Dónde están los anticonceptivos para hombres?
/ Luis Ernesto Miramontes tenía 26 años cuando sintetizó la noretisterona, el compuesto activo base del primer anticonceptivo oral sintético. La píldora anticonceptiva había nacido. Desde entonces, el control de la natalidad ha formado gran parte de la liberación sexual femenina. Sin embargo, fuera del condón, no existe una alternativa masculina. Claro, es más sencillo controlar a un óvulo que a miles de millones de espermatozoides. Además, existen otras cuestiones sociales, económicas y políticas a considerar. ¿Será entonces posible un método anticonceptivo para los hombres? Ciencia, ¿qué has estado haciendo al respecto?
Los anticonceptivos masculinos han comenzado a mostrar esperanza en la comunidad científica. Los intentos de anticoncepción incluyen hormonas de control o la desactivación del esperma, pero los científicos han estado luchando por muchos años para diseñar un tratamiento efectivo y reversible. Recordemos que sólo se necesita un espermatozoide (y un óvulo) para hacer un bebé. A continuación, menciono algunos ejemplos.
El gel en tubo para la Inhibición reversible de espermatozoides bajo guía (RISUG) es un material hecho de polímeros que se inyecta dentro de los conductos deferentes. Cuando un hombre está excitado, estos conductos se contraen durante la erección para ayudar a que el semen salga del cuerpo. Es así que el esperma, durante la eyaculación, viaja a través del gel y se inactiva; la cola de los espermatozoides se enrolla, su cuerpo se dobla y, finalmente, explotan. El gel puede ser removido en cualquier momento con otra inyección que lo disuelve. Este método está en la etapa final de estudios clínicos y podrá funcionar como método de anticoncepción por diez años.
Los tubos también son un método que va en los conductos deferentes. Basados en resultados prometedores de pruebas en los años ochentas, dos tapones de silicón flexibles de una pulgada de largo son insertados en cada conducto y son asegurados con costuras quirúrgicas. En 2004, este método mostró 90% de efectividad y redujo en 10% el conteo de esperma. Un estudio posterior en 2006 analizó la acumulación de presión, los efectos secundarios y la personalización de los tapones. No hay resultados sobre esto hasta el momento.
Por otro lado, ¿quién dijo que las píldoras son únicas para las mujeres? Estos medicamentos alteran a las proteínas, que realizan una enorme cantidad de funciones en las células. Al alterar proteínas específicas en los espermatozoides, su maduración y función se altera. Un medicamento llamado JQ1 afecta una proteína en los testículos (llamada BRDT) esencial para la producción de espermatozoides. Con esto, el conteo de espermatozoides disminuye drásticamente y el que se produce no puede nadar de manera efectiva. Esto es completamente reversible y no afecta los niveles hormonales. Hasta el 2012, sólo se ha probado en ratones.
Y si hablamos de hormonas, las mensajeras químicas del cuerpo, éstas no se pueden quedar atrás. La testosterona es la hormona sexual masculina y los científicos han intentado manipularla bajando los niveles para apagar la producción de espermatozoides. Esto es complicado, en tanto que la testosterona también es crucial para mantener la masa muscular, la densidad ósea y la libido. Los científicos han buscado la anticoncepción a través de inyecciones mensuales, pero estas terapias basadas sólo en testosterona fueron menos efectivas en algunas etnias: en los asiáticos del este, para ser precisa, y no se sabe por completo el por qué. Los intentos de combinar inyecciones de testosterona con otros medicamentos que afectan las hormonas no fueron lo suficientemente exitosos y estos métodos costosos de investigación ya fueron abandonados.
Hay bastantes equipos de investigación trabajando hacia la misma meta y mucho continúa en el laboratorio. Estos son sólo algunos ejemplos de los esfuerzos que se están haciendo en términos hormonales, de píldoras, con intervenciones físicas y con compuestos químicos encontrados en plantas.
Las mujeres han explotado la progesterona y se han injertado implementos de metal en forma de crucifijos por muchos años. Ahora es posible que, en unos diez años, también haya oportunidad de controlar la fertilidad en los hombres.
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Esta es la primera colaboración de Naomi Pattem con Historias Cienciacionales. Naomi es originaria del noreste de Inglaterra y creció junto a la playa. Es licenciada en psicología y ahora estudia un máster en comunicación de la ciencia en la Universidad de Sheffield. A Naomi le gusta hacer películas y tocar la guitarra.
Si están interesado en la materia, en esta página hay información más detallada a cerca de estos métodos.
La siguiente referencia es de acceso abierto, y discute las opciones actuales de anticoncepción para los varones.
Imagen tomada de este sitio.
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