Café para la buena memoria y el buen despertar
/ Aún no tienes claro qué poder sobrenatural te ha ayudado a levantarte de la cama. Con los párpados pesadísimos, los ojos hinchados y el cabello con el volumen que cualquier artista de la década de los 80’s hubiera usado sobre el escenario, te diriges a la cocina a preparar tu combustible: una humeante taza de café.
La Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense señala que el 90% de la población mundial consume cafeína en una manera u otra. Y aunque un gran número de personas no comienzan el día hasta que el vapor de un cafecito les calienta la cara, hay otras que pueden prescindir de este hábito. Utilizando individuos de este último grupo, distintos investigadores de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, analizaron los efectos que el café tiene sobre la memoria.
Los científicos dividieron una muestra de personas no dependientes de café en dos grupos: a uno le dieron tabletas de 200 miligramos de cafeína –el promedio que un adulto ingiere al día– cinco minutos después de haber estudiado una serie de imágenes; al otro le ofrecieron un placebo después de haber realizado la misma actividad. También tomaron muestras de saliva de todos los participantes antes del experimento, y tres veces más tras haber transcurrido una, tres y veinticuatro horas después del mismo, con el objetivo de medir los niveles de cafeína. Al siguiente día, analizaron la capacidad de los participantes para reconocer imágenes parecidas, pero no idénticas, a las que se les había mostrado anteriormente. También les presentaron imágenes que nunca antes habían visto.
Las personas que habían consumido café el día anterior pudieron identificar las nuevas imágenes que eran parecidas, pero no idénticas, a las que ya conocían. De acuerdo con los autores de este trabajo, dicha habilidad, llamada “separación de patrones”, es reflejo de un profundo nivel de retención.
Hasta ahora, los efectos de la cafeína en la memoria a largo plazo no han sido estudiado a detalle, pero los pocos trabajos que se han realizado coinciden que la cafeína no tiene vela en el entierro durante el proceso de retención a largo plazo. Sin embargo, este tipo de estudios han administrado el café antes de realizar la actividad de memoria, detalle que difiere en la investigación reciente. Los autores sugieren que este cambio en el método permite comprobar los efectos del café en la memoria.
El siguiente paso en su trabajo es utilizar técnicas para obtener imágenes de la actividad cerebral y observar los mecanismos neuronales que están detrás de este fenómeno. Y es que la ingesta de cafeína está asociada con una longevidad saludable, donde la memoria podría estar relacionada.
Brindemos con una buena taza por todos aquellos que toman café para levantar esos párpados y también por todos aquellos que no lo hacen, pero sirven como conejillos de india para estos experimentos.
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Fuentes:
Artículo original, Nota de Sciencedaily.
Imagen tomada de este sitio
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