Mamá: las clases de música sí sirvieron
Cuando era niño, mi madre pensó que meterme a clases de piano harían de mí el Mozart de nuestra era. El dinero no crece en los árboles –desafortunadamente-, así que la economía familiar nos permitió adquirir un pequeño teclado de pilas para practicar en casa, además de unas rigurosas clases. Sin embargo, después de un par de años de Do, Re, Mi, me rehusé a continuar el sueño que mi progenitora tenía para mí. Así que esta nota va para la mujer que me dio la vida: Mamá, no fue tiempo ni dinero desperdiciado.
Recientemente, un estudio ha demostrado que, incluso después de que pasaron años entre la última vez que puse mis dedos sobre el teclado, los músicos caducos como yo tenemos el oído muy agudo.
¿Que cómo lo sé? Existe un proceso auditivo llamado “sincronización neuronal”, que nos permite responder al cambio rápido en los sonidos, como cuando en la pronunciación de una palabra se pasa de una consonante a una vocal. Desafortunadamente, esta habilidad disminuye con la edad (ni hablar, mamá). Así que estos investigadores compararon la actividad eléctrica del cerebro de antiguos músicos y personas que nunca en su vida han tocado algún instrumento.
Los resultados de esta investigación sugieren que los adultos de entre 55 y 76 años que estudiaron música por entre 4 a 14 años cuando eran jóvenes, como yo, tienen una sincronización neuronal más precisa a pesar de que hayan pasado años desde la última vez que tocaron un instrumento. Eso sí, mientras más años hayan dedicado al estudio de un instrumento, mejor su respuesta. Y aunque muchos otros estudios han demostrado que tocar música mejora las habilidades auditivas, esta es la primera vez que se observan los beneficios a largo plazo.
¿Ves, mamá? Te dije. Después de todo no fue tan malo dejar la música.
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Aquí te dejo el artículo original.
Y aquí una nota de Science.
Y aquí el video de donde se obtuvo la animación.
via Tumblr http://historiascienciacionales.tumblr.com/post/66291134257