¿De quién es este dedo de goma? Ah, es mío
/ ¿Cómo sabes que tu mano es tuya? ¿Es porque la ves pegada a tu cuerpo, porque la sientes cuando toca algo, porque no te puedes hacer cosquillas con ella, o nada más porque tiene ese fuerte aroma a ti? Se sabe que nuestro cerebro utiliza información sensorial distinta para reconocer un apéndice como propio. La información visual y la táctil son especialmente importantes para ese fenómeno, pero investigadores del Instituto Neura de Australia han probado que los receptores nerviosos de los músculos también juegan un papel y, de hecho, son suficientes para asignarle propiedad a un apéndice.
Los medios que tiene tu cerebro para reconocer algo como tuyo se pueden poner a prueba en el clásico experimento de la mano de goma: esconde una mano bajo la mesa, otra detras de una pantalla de forma que no la puedas ver, pon una mano de goma frente a ti y pídele a alguien que toque tu mano tras la pantalla y la mano de goma al mismo tiempo por uno o dos minutos (como se ve en este video: http://goo.gl/MkX6eF). Pronto empezarás a sentir que la mano de goma es tuya. Otro ejercicio sencillo, que probablemente hiciste cuando niño, es el de entrecruzar los dedos (es mejor con las muñecas entrelazadas) y pedirle a alguien que te diga qué dedo debes mover: si esa persona toca el dedo, moverlo es fácil; pero si sólo lo señala sin tocarlo, tienes que hacer un esfuerzo mental para saber qué dedo tienes que mover.
Estas ilusiones y juegos de percepción funcionan porque tu cerebro usa la información visual y la tactil para decir que algo es tuyo. Sin embargo, investigadores del Instituto Neura de Australia, coordinados por Simon Gandevia, han reportado esta semana que los receptores nerviosos en los músculos, que informan al cerebro de la posición de nuestras extremidades, son suficientes para reconocer algo como propio. En su experimento, los voluntarios metían ambas manos, previamente anestesiadas, debajo de una pantalla opaca, una más arriba que la otra. Metían el dedo índice derecho en una especie de dedal que estaba ligado a un dedo de goma. Los investigadores hacían que los voluntarios sujetaran el dedo de goma con sus dedos índice y pulgar de la mano izquierda. A continuación, movían la mano izquierda de los voluntarios (mientras que el dedal movía coordinadamente el dedo de la mano derecha) por unos cuantos minutos, después de los cuales los participantes afirmaron que estaban sujetando su propio dedo. El truco no funcionaba si el movimiento del dedal y el del dedo de goma estaban descoordinados.
Puesto que los voluntarios tenían las manos anestesiadas y además no podían verlas, la única información sensorial provenía del sistema propioceptivo: un conjunto de receptores nerviosos que informan al cuerpo de la posición de las extremidades (es el que te permite saber cómo estás moviendo los dedos aunque no estén tocando nada ni los estés viendo). El equipo de Gandevia concluye que este sistema sensorial es suficiente para que el cerebro identifique algo como propio. Su estudio ofrece nuevos datos que podrían ayudar al tratamiento de padecimientos neurológicos relacionados con la percepción del propio cuerpo, como la esquizofrenia o el síndrome del miembro fantasma.
También, lo que quizá sea más importante, su estudio puede decirnos al fin qué hacer con esa colección de dedos de goma que tenemos arrumbada en el armario.
Aquí la nota fuente: http://www.sciencedaily.com/releases/2013/09/130922205931.htm
Aquí el artículo original, publicado esta semana en línea en el Journal of Physiology: http://jp.physoc.org/content/early/2013/09/19/jphysiol.2013.261461
Imagen tomada de este sitio: http://www.puppiesandflowers.com/?p=59
via Tumblr http://historiascienciacionales.tumblr.com/post/62248301612