Aves que resguardan tu café de las plagas
/ No sólo se trata de los cientos de aromas y sabores en cada sorbo: cada taza de café tiene una historia biológica detrás. Aunque todavía existen muchas plantaciones cafetaleras que han arrasado con la flora circundante, se ha demostrado con los años que conservar los bosques y a sus habitantes animales puede traer grandes beneficios a los productores de nuestra bebida estimulante favorita. Científicos de Estados Unidos y de Costa Rica reportaron este mes otro de esos beneficios: las aves que habitan en los bosques pueden reducir considerablemente las plagas de insectos que asolan al café.
Los resultados del estudio, realizado en parcelas cafetaleras costarricenses, hablan de la siguiente relación: mientras más bosque hay alrededor y dentro de un cultivo de café, más aves habitan ahí y menos escarabajos de la especie Hypothenemus hampei, una de las plagas más dañinas para el café, se encuentran en las plantas. Para probar esto, los investigadores, liderados por Daniel Karp de la Universidad de Stanford, visitaron parcelas de café y las cubrieron con redes para impedir que las aves entraran a ellas. Las parcelas cubiertas tenían el doble de los insectos dañinos que las que no se cubrieron. El análisis de ADN de las heces de las aves mostró que en efecto se estaban comiendo los escarabajos y que eran cuatro las principales especies de pájaros. La más voraz resultó ser Setophaga petechia, conocida como chipe amarillo o reinita dorada. Los investigadores también compararon datos sobre la cobertura vegetal, la abundancia de aves y la población de los escarabajos y encontraron que mientras más vegetación forestal haya, menos común es la plaga de insectos.
La ayuda de las aves a los productores de café es especialmente importante porque los escarabajos Hypothenemus son insensibles a la mayoría de los insecticidas y pueden llegar a devastar hasta tres cuartas partes de una cosecha. Los científicos calculan que una plantación resguardada por las aves puede recuperar casi 10 mil dólares al año. Pero, sobre todo, es un argumento más a favor de una agricultura sustentable y basada en el conocimiento de las relaciones ecológicas de todos los aludidos.
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En la imagen, el chipe amarillo, guardián de las parcelas de café. Tomada de www.eol.org.
Aquí la nota fuente.
Aquí el artículo de Karp y su equipo, publicado el mes pasado en Ecology Letters.
via Tumblr http://historiascienciacionales.tumblr.com/post/61076122249