Regenerar cabezas ya no es un problema para estas planarias
Las planarias son animales con una capacidad de regeneración sorprendente. Puedes cortarlas en pedazos y probablemente cada uno de ellos se regenerará hasta formar de nuevo un individuo. Si se tratara de serpientes, estarías llorando. Pero quizá más sorprendente aún sea que existan ciertas especies de planarias que no son tan buenas para la regeneración. ¿Perdieron las capacidades de sus primas o nunca las tuvieron? Ésta es una pregunta que inquieta a los científicos.
Esta semana, se publicaron en Nature dos artículos que no sólo dan pistas sobre qué les pasó a esas especies que no son tan buenas para la regeneración, sino que reportan que es posible regresarles esas habilidades con una modificación genética sencilla.
En el primero de ellos, un equipo de científicos alemanes liderado por Jochen Rink, del Instituto Max Planck de Biología Celular Molecular y Genética, cortaron en mitades de diferente tamaño a Dendrocoelum lacteum, una especie de planaria que no puede regenerar su cabeza a partir de pedazos pequeños de cola (pero sí su cola a a partir de pedazos pequeños de cabeza). Encontraron que cierta ruta genética, regulada por un gen llamado Wnt, se comportaba de manera diferente en los pedazos traseros y en los delanteros.
El segundo equipo, formado por Phillip Newmark y James Sikes, de las Universidades de Illinois y de San Francisco respectivamente, encontró datos muy parecidos en una segunda especie, Procotyla fluviatilis, la cual tampoco regenera su cabeza muy bien.
Cuando ambos equipos modificaron la ruta genética de Wnt, apagando un solo gen en sus respectivas planarias, éstas recuperaban la capacidad de regenerar una cabeza a partir de pedazos pequeños de cola.
Aunque tienen las mismas funciones, las rutas genéticas de Wnt están presentes en todos los animales (incluso en nosotros, como te lo reportamos aquí). Por esa razón, Rink y sus colegas creen que sus resultados indican que la capacidad regenerativa puede existir en muchas especies, pero que podría estar en un estado latente debido a una silenciación. Claro, no es lo mismo crecer la cabeza de un gusano plano que la de un ratón. Para Aziz Aboobaker, experto en regeneración de planarias (no involucrado en los estudios), las investigaciones tienen implicaciones más amplias. “Lo que ocurre aquí es que las células están leyendo su posición en el cuerpo y luego reconstruyen las estructuras requeridas”, declaró para el portal de noticias de Nature. “Eso también sucede cuando las células de tu hígado o tu riñon se reemplazan ellas mismas; si podemos entender mejor esos procesos, eso es útil.»
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En la imagen, Dendrocoelum lacteum. Autor: JC Schou. Tomada de este sitio.
Aquí la nota fuente.
Aquí el artículo de Rink y su equipo.
Aquí el artículo de Newmark y Sikes.
via Tumblr http://historiascienciacionales.tumblr.com/post/56978345912