No encuentro mi pene

No encuentro mi pene

Soy un gallo corpulento, madrugador y que trae muertas a todas las gallinas del corral.  Un día, me enteré que el 97% de las especies de aves tienen un pene chiquito o de plano no tienen… ¿un qué? ¿pene? ¿qué es eso? Panda, peces, ¡pene! “Del latín penis: órgano masculino del hombre y de algunos animales que sirve para miccionar y copular”. Me pareció muy raro, pues yo tengo una cloaca por donde… ya saben, hago todo lo que un pene hace; nuestra reproducción (la del 97%) es por medio de fertilización interna (a diferencia de algunos organismos que liberan al ambiente los gametos). 

La intriga me llevó a investigar más a fondo la razón por la cual nací sin pene. Encontré un estudio publicado hace poco, en donde investigadores de la Universidad de Florida, Estados Unidos, y la Universidad de Reading, Reino Unido identificaron el mecanismo molecular por el cual no tenemos pene: señales que promueven la muerte celular.

Para cuando leí eso, el que se quería morir era yo. Resulta que estos científicos buscaron las diferencias en el desarrollo entre el orden Anesiformes (donde están los patos) y los Galliformes (donde estamos nosotros, los gallos). Lo que observaron fue que en ambos órdenes, los embriones presentan una pequeña protuberancia; sin embargo, después de 8 o 9 días, el pene de los gallos deja de crecer y ¡peor aún! Se comienza a encoger.

Los investigadores notaron que, a pesar de que los genes que se encienden para generar un pene estaban activos tanto en gallos como en patos, los gallos estudiados tenían altos niveles de Bmp4, una proteína que promueve la muerte celular. Cuando los científicos bloquearon a la Bmp4 en gallos, las células dejaron de morir y el pene no se encogió; por otro lado, cuando bloquearon a ésta proteína en los patos, su pene tomó la forma del de un gallo.

Los resultados indican que la reducción del pene, al menos en los Galliformes, no ocurre por una disrupción en el bloqueo de las señales de crecimiento, sino por la activación de la Bmp4, señal de muerte celular. Sin embargo, no menciona por qué perdemos nuestro pene. Martin Cohn, líder de la investigación, considera que la enorme pérdida fue una consecuencia secundaria del cambio en otras partes de nuestro cuerpo, como nuestras extremidades o dientes, afectadas también por proteínas Bmp. Al menos ahora puedo dormir tranquilo, sabiendo que no lo perdí por ahí, quién sabe dónde.

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Aquí pueden encontrar el artículo original.

Aquí la nota de Nature, de donde se tomó el fragmento de Cohn.

Aquí la nota de Science, de la que se tomó la imagen.

Imagen: en rojo se ve el precursos el pene, que aparece los primeros días del ave.

via Tumblr http://historiascienciacionales.tumblr.com/post/52632643848

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