Dos ojos en el cielo paladean lo salado del océano.
En el marco del Día Mundial de los Océanos, recordemos un dato sobre el agua de mar: es salada. Sin embargo, no es igual de salada en todos los océanos. Estas diferencias de salinidad se deben a los efectos combinados de las corrientes océanicas, las lluvias, la evaporación y la descarga de los ríos. Esas variaciones podrían no parecer importantes más que para saber qué flotador llevar a la playa, pero en realidad influyen de manera importante en el clima global.
La salinidad afecta las corrientes océanicas porque mientras más salada es el agua, es más densa y se mueve más lentamente. Las corrientes océanicas, a su vez, causan un flujo de temperatura global que influye en la atmósfera. Es por esa razón que la salinidad de los océanos resulta un elemento muy importante para los modelos climáticos globales, según Subrahmanyam Bulusu, la directora del Laboratorio de Oceanografía Satelital de la Universidad de Carolina del Sur.
Afortunadamente, ya no tenemos que viajar por el mundo y meter la lengua al agua para probar qué tan salada está, pues en los años recientes se pusieron en órbita dos satélites para obtener esa misma información (de manera mucho más precisa) de los océanos de todo el mundo. La misión SMOS, o Soil Moisture and Ocean Salinity [Humedad del Suelo y Salinidad del Océano] fue lanzada por la Agencia Espacial Europea en 2009; mientras que la misión Aquarius fue lanzada por la NASA en 2011. Ambas misiones han probado ser muy precisas y la información combinada de los dos satélites puede generar datos muy confiables.
El equipo de Bulusu ha evaluado los datos enviados por la misión SMOS sobre el Océano Índico y reportó sus resultados en enero de este año. Encontraron que, siendo un océano muy variable en salinidad, se puede usar para calibrar los satélites. Con la llegada del Aquarius, Busuru confía en que se podrá crear un mapa muy detallado del movimiento de la sal en ese océano y que aún mejor, “podríamos usar [ese mapa] para preparar un mapa global que debería ser muy útil para mejorar los modelos de predicción de clima”, según comentó para el sitio Newswise.com.
________________________
Imagen tomada de la nota fuente, modificada a partir del artículo original. Muestra las concentración de salinidad en la superficie marina a partir de tres fuentes: el satélite de la NASA, el de la Agencia Espacial Europea, y de un conjunto de 3,000 boyas que forman parte del proyecto de observación océanica Argo.
Aquí la nota fuente.
Aquí el artículo original, publicado en IEEE Geoscience and Remote Sensing.
via Tumblr http://historiascienciacionales.tumblr.com/post/52503410920
Reblogueó esto en blog todo educacion.