¡No te comas los mocos!
Por primera vez se ha demostrado que los virus pueden ayudar a nuestro sistema inmune para atacar bacterias invasoras, todo gracias a nuestros mocos (nasales y pulmonares) y a la relación que tienen con los bacteriófagos –virus que infectan a las bacterias-. El microbiólogo Jeremy Barr, de la Universidad Estatal de San Diego, Estados Unidos, ha colectado por años mocos de muchos animales (como humanos, peces o corales) y ha encontrado que las muestras contienen cuatro veces más bacteriófagos que el ambiente circundante. De hecho, él y su equipo de investigación demostraron que la presencia de éstos virus reduce el número de bacterias más de 10 mil veces.
En este estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, lo que Barr y su equipo hicieron fue cultivar tejido de pulmones humanos: unos producían moco y otros no. Después de inocularlos con la bacteria Escherichia coli, encontraron que ambos contenían la misma cantidad de bacterias –vivas y muertas-. Posteriormente, les agregaron bacteriófagos a ambas muestras y resultó que la tasa de sobrevivencia de las bacterias fue mucho menor en la muestra de células pulmonares con moco. Entonces ¿qué tiene el moco? Observaron que el moco está constituido por complejos moleculares llamados “mucinas”, los cuales están conformados por miles de azúcares. El equipo de Barr demostró que los fagos se unen a estos azúcares.
Debido a que los azúcares de nuestros mocos están en constante cambio, son extremadamente variables. Los virus han tenido que adaptarse a esto, generando también una enorme diversidad de proteínas. Barr considera que las proteínas de los virus encontrados comúnmente en el moco son resultado de un mismo número de bacterias atacadas, lo que genera una especie de “memoria en el moco” contra los microbios locales. Actualmente, el equipo de investigación están simulando la dinámica evolutiva de esta relación virus-moco-bacterias.
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Aquí el artículo original.
Aquí pueden encontrar una nota de Nature.
Aquí una nota de Science.
Imagen: los bacteriófagos (de amarillo) unidos a una E. coli. Tomada de Nature.
via Tumblr http://historiascienciacionales.tumblr.com/post/51072213817
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